La clave para no ser víctimas de la oscuridad
En un mundo sumido en incertidumbre y miedo, la Palabra de Dios nos advierte sobre los tiempos que enfrentamos. 2 Timoteo 3 describe cómo la iniquidad del hombre ha traído caos y separación de la verdad divina, generando un ambiente de oscuridad y desesperanza. Ante esta realidad, los hijos de Dios debemos tomar una decisión: ¿seremos víctimas de las tiniebla o instrumentos de luz y restauración?
La relación con Yeshúa: El único camino a la verdadera seguridad
Para enfrentar estos tiempos, no podemos depender de sistemas religiosos ni políticos. Yeshúa no vino a establecer una religión, sino a ofrecernos un gobierno divino bajo su autoridad. Solo mediante una relación genuina con Él podemos recibir Su cobertura, provisión y dirección. Quienes aceptan Su señorío viven sin temor, sabiendo que Él asume responsabilidad por sus vidas y necesidades.
Los sistemas humanos están destinados a colapsar. Gobiernos democráticos, socialistas o monárquicos no pueden garantizar estabilidad ni protección. En contraste, Yeshúa es el verdadero gobernante de este mundo y regresará para establecer Su orden divino. Su justicia destruirá todos los sistemas humanos y traerá un nuevo gobierno basado en Su verdad y soberanía.
Cinco claves para enfrentar los tiempos difíciles
Para resistir la oscuridad y vivir conforme al Reino de Dios, necesitamos cinco elementos esenciales que provienen del Espíritu del Señor:
- Sabiduría: No basta con conocer la verdad, debemos aplicarla en nuestra vida diaria. La sabiduría comienza con el temor de Dios, que implica reconocer Su autoridad y vivir bajo Su dirección.
- Inteligencia: Es la capacidad de construir conforme al diseño divino. Al igual que Noé edificó el arca según las instrucciones de Dios y salvó a su familia, debemos edificar nuestras vidas, ministerios y proyectos con la inteligencia que viene del Padre.
- Discernimiento: En tiempos de engaño, es crucial distinguir entre la verdad de Dios y las mentiras del mundo. Solo con discernimiento podremos evitar caer en corrientes destructivas.
- Fuerza espiritual: La batalla no es física, sino más bien espiritual. Necesitamos el poder del Espíritu Santo para resistir y permanecer firmes.
- Dirección divina: Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Seguir su dirección nos permitirá tomar decisiones sabias y vivir bajo su propósito.
El mundo se enfrenta a tiempos de oscuridad sin precedentes, pero los hijos de Dios no estamos llamados a vivir con temor. Si nuestra confianza está en Yeshúa, seremos luz en medio de las tinieblas y viviremos con seguridad bajo su gobierno eterno.
Viviendo como hijos de la luz
El mundo se enfrenta a tiempos de oscuridad sin precedentes, pero los hijos de Dios no estamos llamados a vivir con temor. Si nuestra confianza está en Yeshúa, seremos luz en medio de las tinieblas y viviremos con seguridad bajo su gobierno eterno.
Es fundamental que nos mantengamos firmes en la oración y en el estudio de la Palabra. Solo así podremos fortalecer nuestra fe y ser guiados por el Espíritu Santo. También debemos congregarnos y apoyarnos mutuamente, edificando una comunidad sólida donde reine la verdad y la justicia de Dios.
Además, debemos compartir el mensaje de salvación con aquellos que aún están atrapados en el engaño del mundo. La luz de Yeshúa debe brillar a través de nuestras acciones, palabras y testimonios. Nuestra misión es ser embajadores del Reino, extendiendo Su amor y Su verdad a todos los rincones de la tierra. La pregunta clave es: ¿En quién confiarás para enfrentar estos tiempos? La respuesta está en rendir tu vida al único Rey verdadero, Yeshúa el Mesías, y vivir bajo su dirección para ser parte de su Reino eterno
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