Una Lección de Fe y Unidad
Quisiera invitarlos a reflexionar sobre «El Poder del Acuerdo», basándonos en la historia bíblica del libro del Éxodo, capítulo 17. En este pasaje, se destaca la importancia de la colaboración y la unidad en la fe para alcanzar las promesas que nuestro Eterno Dios no ha entregado y así superar los desafíos presentes en nuestras vidas.
La Necesidad de Colaborar con Dios
Dios es todopoderoso, pero también necesita nuestra participación para llevar a cabo Su obra en la Tierra. Este mensaje es esencial en la enseñanza cristiana, donde cada creyente es llamado a ser un colaborador activo en el plan divino. En el libro del Éxodo, vemos cómo Moisés y el pueblo de Israel enfrentaron a los amalecitas, un enemigo feroz que simboliza las dificultades que todos enfrentamos.
El Eterno liberó a Israel de la esclavitud en Egipto, y aunque el camino hacia la tierra prometida estaba lleno de obstáculos, la colaboración y el acuerdo entre los líderes y el pueblo fueron cruciales para su victoria. Moisés, con la vara de Dios en su mano, se mantuvo en oración y con los brazos levantados. Sin embargo, cuando se cansaba, Aarón y Hur lo apoyaban, sosteniendo sus brazos, lo que permitió a Josué y al ejército israelita prevalecer.
La Fuerza del Acuerdo en la Comunidad
Me gustaría enfatizar que muchas veces los cristianos esperan que Dios resuelva todos sus problemas sin entender que deben estar en acuerdo y actuar juntos. Este principio se refleja en Mateo 18:19-20, donde Yeshúa dice: «Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
El poder del acuerdo no es solo una cuestión de oración, sino también de acción conjunta. No basta con orar; es necesario actuar en unidad. Moisés no estaba solo en la cima de la colina; tenía a Aarón y a Hur sosteniendo sus brazos. Este acto de apoyo es una poderosa lección sobre cómo el trabajo en equipo y la colaboración pueden llevar a grandes victorias.
Aplicando el Poder del Acuerdo en Nuestra Vida
Es necesario aplicar este principio en nuestra vida diaria. La unidad y el acuerdo en nuestras familias, iglesias y comunidades son fundamentales para recibir las bendiciones del Padre. Debemos dejar de esperar pasivamente y comenzar a actuar en conjunto. Esto implica orar juntos, apoyar a nuestros líderes y trabajar unidos hacia un objetivo común.
Establecer un Altar Familiar: Una de las prácticas recomendadas es establecer un altar familiar donde los miembros de la familia se reúnan para orar y buscar la guía del Eterno. Esta unidad en la oración fortalece los lazos familiares y atrae la bendición divina.
Apoyo a los Líderes Espirituales: Al igual que Aarón y Hur apoyaron a Moisés, debemos sostener a nuestros líderes espirituales con oración y apoyo práctico. Esto permite que puedan cumplir su función de guiar y proteger a la congregación.
Acción Conjunta en la Comunidad: Más allá de la oración, es vital que actuemos juntos para enfrentar los desafíos de nuestra comunidad. Esto puede incluir actividades de servicio, evangelismo y apoyo mutuo en tiempos de necesidad.
Reflexión Final
La historia de Moisés, Aarón, Hur y Josué nos enseña que el poder del acuerdo es fundamental para vencer las adversidades y alcanzar las promesas del Padre. No podemos esperar recibir todas las bendiciones del Eterno Dios sin estar dispuestos a colaborar y actuar en unidad con nuestros hermanos en la fe.
Al aplicar estos principios en nuestra vida diaria, estamos siguiendo el ejemplo bíblico y asegurando que nuestras oraciones y acciones estén alineadas con Su voluntad. Finalmente quiero desafiarte a ser un agente activo en el plan de Dios, trabajando junto a tus autoridades para ver Su gloria manifestada en nuestras vidas y comunidades. Si deseamos ver cambios significativos y recibir las promesas del Padre, debemos comprometernos a vivir en acuerdo y unidad, sosteniéndonos mutuamente en oración y acción. Esta es la clave para experimentar el verdadero poder del acuerdo y ver las bendiciones de Dios fluir abundantemente en nuestra vida.
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