El Significado Profético de la Libertad en el Mesías
Pesaj, también conocida como la Pascua bíblica, es una de las fiestas más importantes dentro del calendario del Eterno. Su significado va más allá de una celebración histórica: contiene un poderoso mensaje espiritual que se cumple en Yeshúa el Mesías. En este artículo te enseñaremos, desde una perspectiva bíblica y con raíces hebreas, cómo Pesaj representa nuestra libertad del pecado y cómo revela el plan profético de salvación que se extiende a todos los que creen en el Mesías.
Egipto, el mundo y la esclavitud espiritual
Históricamente, Pesaj celebra la liberación de los hijos de Israel de la esclavitud en Egipto, según se narra en el libro de Éxodo (Shemot). Sin embargo, en un nivel profético, Egipto (Mitzraim en hebreo) representa al mundo y sus sistemas de opresión espiritual. Faraón, el gobernante de Egipto, es una figura profética del adversario (Hasatán), como lo confirma Ezequiel 29:3, donde se le compara con el gran dragón que se opone a nuestro Eterno Dios.
Hoy, muchas personas viven bajo un sistema de vida que ignora al Eterno, sumidas en una esclavitud voluntaria al pecado. Yeshúa dijo en Juan 8:34: “Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”. Esta esclavitud moderna no es física, sino espiritual: es aceptar como normal una vida alejada del propósito de Dios, sin conocimiento de la verdad.
Pesaj y el Cordero que fue inmolado por nosotros
Pesaj proviene de la raíz hebrea Pasaj que significa “pasar por alto”. El Eterno pasó por alto los pecados de Su pueblo durante la décima plaga (la muerte de los primogénitos) cuando vio la sangre del cordero sobre los dinteles de las casas. Esta sangre representa la redención que hoy tenemos en el sacrificio de Yeshúa, como dice Romanos 3:25: “a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre”.
En Éxodo 12, El Eterno instruye al pueblo de Israel a tomar un cordero sin defecto el día 10 del mes de Abib y guardarlo hasta el día 14, cuando sería sacrificado. Esta acción profética apunta directamente a Yeshúa, quien es el Cordero sin mancha que fue ofrecido por nuestros pecados. Como afirma 1 Corintios 5:7, “nuestra Pascua, que es El Mashiaj, ya fue sacrificada por nosotros”.
La preparación del cordero durante cuatro días también tiene un sentido profético. Según Salmos 90:4 y 2 Pedro 3:8, un día para el Eterno es como mil años. Por eso, estos cuatro días representan cuatro mil años de historia en los cuales la humanidad esperaba la manifestación del Mesías.
Pesaj es para todos los que están en el Mesías
Muchos piensan que Pesaj es solo para el pueblo judío. Pero la Escritura aclara que las fiestas del Eterno son para el pueblo de Israel, y en el Mesías, todos los creyentes somos parte de Israel. Como enseña Gálatas 3:29: “Si vosotros sois de Mashiaj, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa”.
Efesios 2:19 afirma que ya no somos extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Esto significa que todos los que creemos en Yeshúa estamos llamados a participar en las convocatorias santas del Eterno, incluyendo Pesaj. Es una oportunidad para recordar de dónde fuimos sacados y para renovar nuestro compromiso con la santidad, dejando la “levadura” de la malicia y viviendo con sinceridad y verdad (1 Corintios 5:8).
Pesaj no es solo una celebración del pasado. Es una proclamación del presente y una preparación para el futuro. Nos recuerda que hemos sido redimidos por la sangre del Cordero y que ahora caminamos en una nueva ciudadanía: la del Reino de Dios.
Conclusión
Pesaj es más que una tradición; es una revelación. Nos muestra que hemos sido liberados de la esclavitud del pecado por medio del sacrificio perfecto de Yeshúa, el Cordero de Dios. Nos invita a dejar atrás los sistemas de opresión del mundo y a caminar como hijos redimidos del Eterno, ciudadanos de Israel, coherederos de la promesa hecha a Abraham. Al celebrar Pesaj, no solo recordamos una historia antigua; celebramos una victoria eterna.
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